Casi todos los problemas ambientales que enfrentamos actualmente, desde el cambio climático hasta la pérdida de biodiversidad, el estrés hídrico y los conflictos por la tierra, se remontan a nuestra reproducción desenfrenada durante los últimos siglos.

Allá por 1994, cuando la población mundial era de "apenas" 5.500 millones, un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, en California, calculó que el tamaño ideal de nuestra especie estaría entre 1.500 y 2.000 millones de personas.

Entonces, ¿está sobrepoblado actualmente el mundo? ¿Y qué podría deparar el futuro para el dominio global de la humanidad?

Una preocupación ancestral
En la obra magna de Platón, "La República", escrita alrededor del año 375 a.C., el filósofo describe dos ciudades-estado imaginarias. Una es saludable y la otra es "lujosa" y "febril". En esta última, la población gasta y devora en exceso, entregándose al consumismo hasta "sobrepasar el límite de sus necesidades".
Visiones encontradas

Las estimaciones varían, pero se espera que alcancemos el "punto más alto humano" entre los años 2070 y 2080, momento en el que habrá entre 9.400 y 10.400 millones de personas en el planeta.

El día (de 2022) en que la Tierra tendrá 8.000 millones de habitantes y otras llamativas previsiones de la ONU sobre población
Puede que sea un proceso lento: si llegamos a los 10.400 millones, la ONU espera que la población se mantenga en ese nivel durante dos décadas, pero finalmente, después de esto, se prevé que la población disminuya. Esto ha generado visiones encontradas sobre nuestro futuro.
En un extremo del espectro se encuentran aquellos que ven como una crisis las tasas de fertilidad bajas de algunas regiones del planeta. Un demógrafo está tan preocupado por la caída en la tasa de natalidad en Reino Unido que ha sugerido gravar a las personas sin hijos.

En 2019, en el país nacían en promedio 1,65 niños por mujer. Esto está por debajo del nivel de reemplazo (la cantidad de nacimientos necesarios para mantener el mismo tamaño de población) de 2,075, aunque la población siguió creciendo debido a la inmigración.

El impacto ambiental
Más allá de este debate, las estadísticas sobre el impacto que hemos tenido sobre la Tierra son alarmantes.

Según el organismo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 38% de la superficie terrestre del planeta se utiliza para cultivar alimentos y otros productos (como combustible) para los seres humanos o su ganado: cinco mil millones de hectáreas en total.

Y aunque nuestros antepasados vivían entre gigantes, cazando mamut y pájaros elefantes de 450 kg, hoy somos la especie vertebrada dominante en la Tierra.

En peso, los humanos representamos el 32% de los vertebrados terrestres, mientras que los animales salvajes representan solo el 1% del total. El ganado representa el resto.
Las migraciones naturales de muchos animales salvajes ahora son imposibles de hacer sin deambular por asentamientos humanos o infraestructura humana.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) descubrió que las poblaciones de vida silvestre disminuyeron en dos tercios entre 1970 y 2020; durante el mismo período, la población mundial se duplicó con creces.
De hecho, a medida que aumenta nuestro dominio, se han producido muchos cambios ambientales en paralelo, y varios ambientalistas prominentes, desde la primatóloga Jane Goodall, famosa por su estudio de los chimpancés, hasta el naturalista y presentador de televisión Chris Packham, han expresado su preocupación.

Un futuro más feliz
La demografía no solo influye en el medio ambiente y la economía: también es una poderosa fuerza oculta que da forma a la calidad de vida de las personas en todo el mundo.
Según Alex Ezeh, profesor de Salud Global en la Universidad de Drexel, en Pensilvania, el número absoluto de personas en un país no es el factor más importante.
En cambio, es la tasa de crecimiento o disminución de su población lo que es clave para las perspectivas futuras de un país: esto determina qué tan rápido están cambiando las cosas.
Tomemos África, donde Ezeh explica que actualmente se están produciendo tasas de crecimiento de la población radicalmente diferentes, dependiendo de dónde se mire.

"En varios países, particularmente en el sur de África, las tasas de fertilidad realmente han disminuido y el uso de anticonceptivos ha aumentado: la tasa de crecimiento de la población se está desacelerando, lo que en cierto modo es una buena noticia", dice Ezeh.
Al mismo tiempo, algunos países de África Central todavía tienen altas tasas de crecimiento demográfico, como resultado de la alta fecundidad y una esperanza de vida más larga.

En algunos lugares está muy por encima del 2,5% anual, "lo cual es enorme", dice Ezeh. "La población se duplicará cada más de 20 años en varios países".